¿CÓMO FILTRO EL EXCESO DE INFORMACIÓN?


Información es todo lo que percibimos de nuestros sentidos

Todas las especies recogen y asimilan sólo aquella información esencial para su supervivencia, sin hacerse preguntas.

La especie humana, sin embargo, tiene una tendencia natural a intentar saber más sobre lo que le rodea, entender las causas de lo que sucede, buscar soluciones a problemas, etc.

Por eso, debemos decidir cuál es la información que realmente necesitamos en cada momento. Solo así, lograremos centrar nuestra atención en aquello que nos es vital.

En cambio, si nuestro cerebro recibe una exceso constante de estímulos, corremos el riesgo de ahogarnos en un mar de información que seremos incapaces de gestionar.

Un papel determinante lo tienen los medios de comunicación: la radio, la televisión y la publicidad en los medios escritos y audiovisuales. Nos llegan mensajes en todo momento: anuncios publicitarios cuando salimos a la calle, en el trabajo, en casa… En un estudio realizado en Estados Unidos, se señala que el número diario de mensajes publicitarios que recibía un ciudadano en la década de los años 70 era de unos 500, que no son pocos, pero hoy llegan a más de 3000 al día.

Además, en la era digital actual, el problema se agudiza, pues hay una gran cantidad de información a nuestra disposición sobre cualquier tema, que la mayoría de las veces no somos capaces de procesarla, de digerirla. Según el pionero de la programación Mitchell Kapor, “obtener información de internet es cómo querer tomar un trago de agua en una boca de riego”.

Todos estos inputs sumados producen un agotamiento intelectual creciente que puede derivar en diferentes grados de ansiedad. La sensación de que no podemos con todo puede acabar generando depresión e incluso aislamiento, ya que la persona no pierde la esperanza de ponerse al día y se zambulle cada vez más en su estrés comunicacional.

Algunos autores hablan de la enfermedad digital de siglo XXI.

Antes que apareciera Google, el físico y experto en comunicación, Alfons Cornella en 1996 acuñó el término “infoxicación”.

En Estados Unidos incluso se ha tipificado un nuevo trastorno psicológico, el IFS: Information Fatigue Syndrome (síndrome de fatiga por información).

Además de agotamiento y desgaste intelectual, este problema presenta diversos síntomas en el individuo:

• Disminución de la capacidad de mantener un diálogo continuado a través de medios no tecnológicos.
• Irritabilidad causada por la fatiga.

• Percepción de que el caudal de mensajes a los que está expuesto tiene absoluta prioridad en su vida, lo que le genera angustia si no puede leerlos y responderlos en tiempo real.
• Incapacidad para desconectar.

CAUSAS POR LAS QUE HACEMOS UN CONSUMO EXCESIVO DE INFORMACIÓN

Sucede en función de las características personales o circunstanciales de cada uno.

Las más habituales son las siguientes:

1. Inseguridad. Cuando nosencontramos ante una circunstancia en la que debemos tomar una decisión y no tenemos suficiente experiencia o conocimientos. De forma natural acudimos a distintas fuentes de información, buscando orientación que nos haga decidir correctamente.

2. Guardar información por si la necesitara más adelante. Los títulos de las publicaciones suelen ser atractivos para  llamar la atención de los usuarios. Y a veces, aún sin saber exactamente lo que dice la publicación, la guardamos “por si acaso” nos hace falta más tarde. Luego, no tenemos tiempo material de revisarlos. Y eso nos angustia.

3. Miedo a perder información importante. Para estar al día de un tema, vamos añadiendo páginas, blogs, grupos a nuestra lista de favoritos y luego no tenemos tiempo de seguirlos.

4. Apariencias. A menudo utilizamos la información simplemente para aparentar que sabemos sobre un tema. El problema es cuando queremos saber de todo.

HERRAMIENTAS QUE NOS AYUDAN A NO SATURARNOS DE INFORMACIÓN

1. Buscar fuentes de información de calidad. Necesitamos priorizar la calidad frente a la cantidad. Debemos seleccionar 2 ó 3 fuentes principales para cada tema que nos interese.

2. Crear un criterio propio. Se trata de ir decidiendo por uno mismo la fuente de información que realmente nos interesa y cuál no.

3. Marcar un horario relativamente fijo buscar y leer información. No estar pendiente constantemente de las actualizaciones de páginas, blogs o periódicos digitales…

4. Fijar un tiempo máximo para realizar búsquedas de información.

TRUCOS

  • Apagar el televisor en casa cuando no se trate de un programa que habíamos decidido previamente ver. Si no estamos acostumbrados al silencio, podemos sustituir el rumor de la televisión por una buena música.
  • Grabar programas de televisión para después verlos in publicidad
  • Desconectar el teléfono móvil una cuantas horas al día. Sólo así lograremos salir del estado de alerta que nos fatiga durante toda la jornada.
  • Hacer ayunos de información. Así como el cuerpo necesita depurarse de vez en cuando, también la mente precisa eliminar la información inútil a través de una pausa. Lo más sorprendente es que, con la práctica, descubriremos que el mundo no se viene abajo.
  • Practicar la atención plena. La meditación es un instrumento muy eficaz puesto que nos ayuda a vaciar la mente al centrar nuestros sentidos en una sola cosa; por ejemplo, el aire que entra y sale por las fosas nasales.  

https://www.webempresa.com/blog/que-es-infoxicacion.html

https://elcorreodelsol.com/articulo/el-exceso-de-informacion-intoxica

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