Las palabras tienen un poder increíble para transformar nuestras vidas.
- Las palabras pueden inspirarnos y motivarnos a alcanzar nuestras metas, superar obstáculos y perseguir nuestros sueños. Un simple mensaje de aliento puede impulsar a alguien a seguir adelante cuando se siente desanimado.
- Las palabras pueden cambiar la forma de ver el mundo. Un nuevo enfoque o una perspectiva diferente pueden abrir nuevas posibilidades y soluciones que antes no se veían.
- Las palabras tienen impacto en nuestra salud emocional. Unas palabras de apoyo, comprensión o perdón pueden sanar heridas emocionales y fortalecer relaciones.
- Las palabras son la base del aprendizaje y la educación. A través de las palabras transmitimos conocimiento, compartimos experiencias y nos conectamos con el mundo que nos rodea.
- Las palabras nos permiten conectar con los demás a un nivel más profundo. Una conversación significativa puede fortalecer relaciones y crear vínculos emocionales duraderos.
- Las palabras pueden desencadenar cambios sociales importantes al crear conciencia sobre problemas, inspirar acción y promover la justicia y la igualdad.
Por todo lo anterior, tenemos que ser conscientes del poder de las palabras y, como consecuencia, cultivar el lenguaje más favorable para nosotros y nuestro bienestar emocional y también para nuestra relación con los demás.
ALGUNAS IDEAS DE CÓMO HACERLO
Fomentar el lenguaje Positivo: Utilizar frases y palabras positivas puede tener un impacto significativo en nuestra autoestima, nuestra confianza y nuestra capacidad para interactuar con los demás. Algunos ejemplos de lenguaje positivo incluyen:
- El uso de palabras como «gracias», «me alegra» para expresar gratitud y aprecio.
- El uso de frases como «tienes razón» o «estoy de acuerdo contigo» para mostrar apoyo y respeto.
Evitar el lenguaje Negativo: El uso de palabras y frases negativas puede crear una atmósfera de tensión y conflicto, y hacer que las personas se sientan incómodas u ofendidas. Algunos ejemplos de lenguaje negativo incluyen:
- El uso de palabras como «no», «nunca» y «jamás» para expresar negación o rechazo.
- El uso de palabras como «estúpido», «incompetente» para insultar o desacreditar a alguien.
Cualquier palabra negativa que utilices o escuches hará que la amígdala entre en alerta y los mecanismos de estrés se activan lo que provoca que tu cerebro fantasee escenarios catastróficos que causan preocupación y ansiedad. Esto en el futuro provocará que el cerebro cambie a nivel funcional y sepa que debe protegerse cuando escuche palabras negativas como un “no” y enviará señales a todo el organismo, ocasionando estrés
Cambiar determinadas expresiones
1) POCO A POCO. Cuando una persona comienza algo, exclama: ¡voy a avanzar poco a poco! La palabra “poco significa escaso. ¿Qué imagen ves cuándo escuchas la palabra “poco? La expresión: Lo haremos paso a paso es más edificante, construye un cuadro mental de más fuerza.
2) NECESITO. Es otra expresión que se usa con mucha frecuencia significa, exactamente, carencia. “Necesito un trabajo , “necesito dinero , “necesito mejorar , “necesito apoyo” son expresiones reactivas y desde el lugar de víctima de tu realidad. Cambiar ese vocablo por “quiero y “elijo: “quiero dinero, quiero mejorar, elijo cambiar” nos colocamos en una posición activa, de voluntad y en movimiento hacia lo que sí queremos lograr.
3) VOY A TRATAR. Sucede que tratar no funciona, porque pone en el terreno de tu duda interna la posibilidad de lograr lo que sea. Tratar es intentar e intentar no significa hacerlo. Podemos cambiar esa expresión por “¡Lo haré! / Lo haremos”. Generamos así una orden clara y significativa para que tu subconsciente respete tu decisión.
4) VALE LA PENA. Esta expresión es sumamente restrictiva ya que “vale la pena es como si dijeras: “la pena tiene valor”. Y pena significa dolor, angustia, tristeza. Es mejor decir “¡vale el esfuerzo, vale hacerlo realidad!”.
5) EN LA LUCHA. Es común que te encuentres con alguien y, al preguntarle cómo está, te responda: “En la lucha”. Esta frase está creando, a nivel inconsciente, la idea de luchar contra la vida, y eso genera que cada día se convierta en una batalla por librar. Para cambiar esta construcción restrictiva, hay que utilizar expresiones como “Avanzando cada día”.