El cuidado de la salud no es patrimonio del sistema sanitario formal y sus profesionales. La población antes de recibir atención en los Centros Sanitarios, durante y después, protagoniza procesos de autoatención y ayuda mutua entre iguales, complementarios a los procesos de asistencia formal. Lejos de suponer un problema, constituyen todo un potencial de promoción de la salud que es preciso apoyar e incentivar. Entre iguales, tiene lugar una comunicación de tipo bio-psico-social inmejorable e insustituible por la atención sanitaria formal.
Cada vez son más las personas que se asocian. En caso de vivir convivir con una enfermedad crónica o incapacitante, sean jóvenes, adultos o ancianos, o si alguien del entorno familiar se encuentra en esa circunstancia, es útil conocer, ponerse en contacto o formar parte de un Grupo de Ayuda Mutua o de una Asociación de afectados. Los profesionales sanitarios también pueden integrar en su trabajo la complementariedad de estos grupos y tener presente sus objetivos, capacidad de trabajo y direcciones, para poder ofrecer, derivar o apoyarse en ellos con el fin de ayudar a las personas que confían en su trabajo.
Por todo ello es importante que los ciudadanos conozcan la existencia de los Grupos y Asociaciones que en un momento determinado pueden serle de ayuda y que los profesionales sanitarios médicos, enfermería, fisioterapeutas, trabajadores sociales…. conozcan el recurso y aprendan a usarlo adecuadamente.
Fuente: Portal de salud