Afrontamiento de la ansiedad


Leo en Tratamiento de la ansiedad. La desensibilización y la exposición en la terapia cognitivo conductual, Capítulo del libro «Terapia psicológica en el tartamudeo» de editorial Ariel cuyo autor es el Dr. José Antonio García Higuera:

Según Marks (1991) existe una autopista para el manejo de la ansiedad que es la exposición (desensibilización) a la situación temida y otras carreteras secundarias como son la relajación, la tensión muscular en algunos casos, la respiración, etc.

El proceso de exposición o desensibilización consiste en que la persona se exponga al estímulo temido sin que dé las conductas de evitación, huida o lucha. Cuando se hace así de forma sistemática, se da la habituación, junto con la extinción de las conductas de evitación, entonces la ansiedad disminuye y se afrontan las situaciones con tranquilidad creciente.

Hay muchos ejemplos en la vida cotidiana que nos dan una idea de cómo es este proceso. Uno de ellos, porque es muy común, es cuando aprende a nadar alguien que tiene miedo al agua. Puede estudiar muchos manuales, estudiar muchos estilos, pero si finalmente no se va exponiendo al agua, mojándose y metiéndose en la piscina, yendo paulatinamente hacia donde le cubre y teme más poderse ahogar, no conseguirá nada. Al principio, cuando vaya avanzando lo pasará mal, pero finalmente, con tiempo y perseverancia, conseguirá disfrutar del baño. Existe otro método para perder el miedo a nadar y es tirarse a la piscina directamente donde cubre, de esta forma se consigue rápidamente perder el miedo, pero siempre y cuando se haga con un cierto conocimiento de nadar y un socorrista cerca que den las suficientes garantías de que no va a pasar nada.

Aunque hay distintas visiones sobre el mecanismo que funciona en el proceso de exposición o desensibilización, la teoría más aceptada es que se da un fenómeno de habituación por el que nos acostumbramos a la ansiedad y dejamos de sentir las sensaciones asociadas a ella, al no dar respuestas de evitación. Otra visión es que la excitación que está en la base de la ansiedad desaparece porque pierde su funcionalidad al no luchar ni huir. Otra visión más, se basa en la extinción de la ansiedad como conducta de preparación para las acciones de evitar, al no realizarlas. Otra visión adicional es que la desensibilización y la exposición están basadas en el contracondicionamiento, que consiste en lograr que aparezca una nueva respuesta en lugar de la ansiedad en las situaciones temidas. En realidad todas las visiones son complementarias y dan cumplida cuenta del proceso que se sigue.

Una metáfora compara a la ansiedad con un monstruo que vive y se alimenta de adrenalina. Cuando algo nos avisa que hay un peligro, como entrar en una escalera mucho más empinada de lo esperado, realizamos una descarga automática de adrenalina y el monstruo que estaba dormido se despierta y logra que de forma automática nos agarremos a la barandilla y nos ayuda a no caernos. Nos damos cuenta de que tenemos el monstruo dentro y que se ha quedado, porque mientras digiere la adrenalina está fuerte ya que todavía le queda alimento para vivir. Cuando pasa el tiempo sin que veamos un nuevo peligro el cuerpo recupera su nivel normal de adrenalina y el monstruo se hiberna, porque no tiene suficiente alimento. Cuando es el propio monstruo el que nos da miedo y lo queremos echar del cuerpo, y luchamos para que desaparezca de inmediato, volvemos a hacer otra descarga de adrenalina para poder hacer el esfuerzo de luchar contra él. El monstruo, encantado porque tiene más alimento, crece y se hace más amenazador, nos dice que va a comernos el cerebro, que nos va a dañar el corazón, y la garganta nos la va a paralizar para siempre. Si aceptamos al monstruo en nuestro cuerpo y no hacemos nada para que se vaya, dejaremos de darle alimento y el monstruo morirá de inanición. Siempre viviremos el riesgo de que no se vaya, porque no estamos haciendo nada para conseguirlo.

Como en todo proceso de habituación es imprescindible que los sucesos se repitan durante mucho tiempo para que se dé. Todos sabemos que los hombres somos capaces de habituarnos a las condiciones de vida más difíciles, solamente necesitamos tiempo y querer hacerlo, es decir, exponernos a ellas sin huir.

Esta entrada fue publicada en Fobia Social, Terapia. Guarda el enlace permanente.

6 respuestas a Afrontamiento de la ansiedad

  1. CARLOS dijo:

    SALUDOS,YO HACE UNOS MESES ME SENTIA IGUAL PERO GRACIAS A DIOS YA LE ESTOY BUSCANDO SOLUCION Y ESTOY EN TERAPIA CON UN SICOLOGO

    Me gusta

  2. Johnny Chrisis dijo:

    Quiero comentar que aunque ahora ha sido cuando he tenido 1 amigo por primera vez, no estoy del todo recuperado, existen situaciones específicas que aún no consigo habituarme a ellas y para eso necesito generarlas. Me gustaría contactar con 1 grupo de gente para poder propiciar este tipo de situaciones que nos beneficien a todos. Lo dicho, Ánimo a Todos!!!

    Me gusta

  3. Johnny Chrisis dijo:

    Hola a todos. Me da la impresión de que la mayoría de los que aquí escribís tenéis ya vuestra edad y vuestra experiencia. Yo tengo 24 años, y aunque pueda parecer aún joven (depende de para qué) creo que tengo bastante experiencia en cuanto a la fobia social. Y eso que es ahora, con 24 años, que he llegado a esta conclusión, aunque llevo con psiquiatra y psicólogos desde los 16.

    La adolescencia es una época muy difícil para establecer un diagnóstico diferencial, aún el carácter no se ha terminado de definir, y por eso yo he pasado por 4 diagnósticos distintos, y siempre con el mismo psiquiatra, que aprovecho para decir que es el mejor profesional que me he podido encontrar y posiblemente encontraré.

    Y digo que ‘tengo experiencia’ porque llevo unos 10 años pasándolo mal, muy mal, como muchos de vosotros, pero lo que quizás sea distinto es que yo decidí hacer frente a estos miedos de una manera más ‘bestia’, aunque no del todo consciente (con 15 años ¿quién es del todo consciente de lo que hace?). ¿No os ha pasado alguna vez que sabéis que tenéis que hacer algo, no sabéis exactamente el qué, pero algo que rompa con vuestras limitaciones?, aunque sea de mala manera? aunque sea de una manera que os haga parecer estúpidos, insensatos, retrasados, graciosos sin gracia, alborotadores, etc?>>>>>> es decir ‘a tomar por culo lo que piensen los demás’, con todas las implicaciones que para un fóbico social conlleva?. Lo peor es que todo esto trae consecuencias porque la gente habla…. Por eso no se lo aconsejo a nadie y es preferible que actúe guiado por un buen profesional (que profesionales hay muchos, pero…)
    Sin embargo, te queda la sensación y el orgullo de haber luchado, de haber dado la cara, de haberte enfrentado tú solo, de haber hecho algo, aunque no haya servido de mucho. Aquí es cuestión de gustos o de personalidad. No trato de convencer a nadie de que esta es la manera de proceder. De hecho es la manera que produce mayor sufrimiento… Además los medios que uno desarrolla para defenderse sólo sirven como ‘parches’ transitorios, y deshacerse de ellos cuando se está en condiciones de abordar las situaciones fóbicas específicas puede hacer que resulte más difícil.

    Yo acudí al psiquiatra con 17-18 años cuando previamente había intentado romper esas limitaciones a mi manera desde los 13-14. Aunque como digo, es quizás más tarde, ya un poco más maduro cuando aquello tiene su sentido. Llegué hecho polvo. Todavía recuerdo aquella noche llorando y sintiéndome una mierda con 17 años, sin haber tenido un sólo amigo en mi vida, desahogándome amargamente con mi madre hasta las tantas de la noche.

    Escribo esto porque he topado con esta página y me gustaría contactar con personas con las que poder compartir esto. Me gustaría intercambiar experiencias y lanzarnos a hacer cosas juntos (tanto chicos como chicas), intentar desarrollar una vida social. Y desde aquí os quiero transmitir todo el apoyo y toda la ayuda que pueda ofreceros. Ánimo a tod@s!!

    Me gusta

  4. toshihiro dijo:

    no se por donde empezar :s

    Me gusta

  5. karyna dijo:

    Bueno, yo tengo muchos problemas con la fobia social, siempre he sido alguien que se esconde de los demás, en las fiestas de gala me ponía roja (incluso me lo decían y eso era peor), cuando salgo a exponer algún trabajo en el colegio me pongo nerviosa y siento que no soy la misma y me olvido de lo que estudié, luego me pongo a reflexionar porque a mí tiene que sucederme eso, veo que a mis amigos no les afecta nada de eso, parecen que tuvieran mucha confianza, existen ocasiones en las cuales quisiera que me tragara la tierra.

    Me gustaria hablar con alguien que ha pasado por lo mismo y me dijera de como lo hizo

    Atentamente
    kory

    Me gusta

  6. pablo dijo:

    Yo superé bastantes cosas solo, tal vez no tuve una depresión muy fuerte y pude reaccionar a tiempo. Me aislé para pensar más objetivamente, cambié de actitud, hice deporte, me expuse a mis miedos, gané confianza, pero sé que me falta un poco más.

    Pero ya no tengo tanto miedo a los lugares públicos, subo al colectivo sin problemas, no me pongo colorado por cualquier cosa, tengo carácter, no me dejo pisotear, hago actividades en grupo, en fin, volví a disfrutar.

    Como me recuperé solo sin ayuda de psicólogos, uno como que se guarda muchas cosas que le generan cierta ansiedad. Una cosa que me ayudó mucho fue escribir todo lo que pensaba, lo que me pasaba, mis preocupaciones. Los cambios fueron casi inmediatos

    De mi cambio de actitud hará ya 1 año. mi objetivo ahora es estar al 100% en el próximo.

    Bueno, la FS no se la deseo a nadie. Me gustaría poder ayudar a los que no saben por donde empezar a recuperarse.

    Saludos enrike, te deseo lo mejor

    Me gusta

Deja un comentario