De un artículo de David Puchol Esparza, Psicólogo de la Universidad de Valencia (España), publicado en Psicología Científica
La Ansiedad es una experiencia prácticamente universal. Una cita importante, una entrevista de trabajo, la percepción de una situación como potencialmente peligrosa,un examen crucial…, son experiencias a las que las mayoría de la personas se enfrentan en alguna ocasión y dónde experimentan los síntomas característicos de la respuesta de ansiedad; taquicardia, palmas de las manos sudorosas, preocupación, aceleración de la respiración, temor, aprensión, rigidez muscular, etc.
Los Trastornos de Ansiedad, en cambio, son trastornos psicológicos que difieren cuantitativa y cualitativamente de las sensaciones relacionadas con los nervios o la agitación que surgen espontáneamente cuando debemos hacer frente a una situación desafiante, intimidante o potencialmente peligrosa para nuestra propia integridad. Los Trastornos de Ansiedad tienen la capacidad potencial de llegar a interferir negativa y significativamente con la habilidad de un individuo para desenvolverse y adaptarse con éxito a su entorno habitual.
Los síntomas característicos de los Trastornos de Ansiedad difieren de los sentimientos habituales de nerviosismo e inquietud en que se manifiestan externamente como reacciones desproporcionadas y/o injustificadas ante estímulos o situaciones ambientales cotidianas,reacciones que escapan del control voluntario de la persona,tienen un carácter intenso y recurrente,generan incomodidad y malestar e interfieren significativa y negativamente en la vida de la persona en múltiples niveles.
En lugar de cumplir su función natural y primigenia, es decir, actuar como mecanismos de preparación, atención, protección y alerta frente al peligro, estos signos de activación emocional pierden su valor adaptativo y convierten a algunas situaciones o eventos cotidianos en fuentes potenciales de terror y pánico. Cuando este tipo de trastornos no son adecuadamente diagnosticados y tratados con el paso del tiempo y de la progresión de la enfermedad pueden impulsar a la persona a adoptar toda una serie de medidas extremas de evitación y/o huída que le mantengan ‘seguro’ de las fuentes de peligro percibido,desde evitar salir de casa hasta esquivar cualquier tipo de contacto social. Este tipo de medidas afectan intensamente a la calidad de vida de la persona afectada por este tipo de trastornos,tanto a nivel personal como familiar,social o laboral.
Ansiedad adaptativa frente a ansiedad patológica
Es importante destacar que la ansiedad, por sí misma, no es una reacción negativa o necesariamente patológica, sino más bien todo lo contrario, cumple una función esencial para la supervivencia del individuo, como mecanismo clave de activación y alerta ante posibles peligros, amenazas o exigencias ambientales, facilitando el afrontamiento rápido, ajustado y eficaz ante este tipo de situaciones.
Cuando percibimos una situación o acontecimiento como potencialmente peligroso o desafiante, toda una serie de mecanismos internos se ponen en funcionamiento para permitirnos ‘reaccionar’ con éxito y rapidez. De hecho los rasgos asociados a la ansiedad no son más que el reflejo externo de la intensa actividad interna por el que nuestro propio cuerpo atraviesa para hacer frente a la situación percibida como potencialmente amenazante. Detengámonos en esta idea a través del análisis de algunos ‘síntomas’ típicos asociados a una respuesta de ansiedad:
1. Aumento de la Tensión Muscular…
– Preparación para actuar con rapidez y agilidad.
2. Incremento del Pulso y la Tensión…
– Más sangre llega a los músculos,el cerebro y los pulmones.
3. Aceleración del Ritmo Respiratorio…
– Más oxígeno se encuentra disponible para afrontar el esfuerzo.
4. Incremento de la Transpiración…
– Permite aliviar el exceso de temperatura producido por la acción.
5. Ralentización de otras Funciones Corporales Secundarias…
– La función digestiva pasa a segundo plano en el consumo de recursos.
Como se puede observar, se trata de mecanismos fundamentales para asegurar nuestra supervivencia ante situaciones límite y su importancia es fundamental e indiscutible. Los problemas hacen su aparición cuando estas mismas ‘respuestas de emergencia’ se producen fuera de su contexto, alejadas de su función primitiva, ante estímulos no justificados y presentan un carácter intenso,recurrente e incapacitante para el propio individuo. Muchas personas acaban percibiendo (o anticipando cognitivamente) algunas situaciones concretas y actividades cotidianas como fuentes de auténtico pánico o terror y las respuestas de ansiedad,en un principio adaptativas,acaban convirtiéndose en profundamente patológicas.
Por lo tanto,y a partir de lo expuesto hasta ahora ¿Cuáles serían las dimensiones básicas que nos permitirían distinguir la Ansiedad Adaptativa de la Ansiedad Patológica?
1. Rasgos Generales de la Respuesta de Ansiedad
– Ansiedad Adaptativa: Frecuencia ocasional. Intensidad leve/media. Duración limitada.
– Ansiedad Patológica: Frecuencia recurrente. Intensidad Elevada. Duración prolongada
2. Origen de la Respuesta de Ansiedad
-Ansiedad Adaptativa: Situaciones objetivas de amenaza,desafío o peligro potencial.
– Ansiedad Patológica: Situaciones o estímulos desproporcionados o no justificados.
3. Consecuencias de la Respuesta de Ansiedad
– Ansiedad Adaptativa: Interferencia leve o moderada en las actividades cotidianas.
– Ansiedad Patológica: Intereferencia grave y significativa en las actividades cotidianas.
El impacto que la Ansiedad Patológica es capaz de ejercer sobre el individuo que la padece puede ser devastador y en la mayoría de ocasiones no está lo suficientemente reconocido. Las consecuencias del progresivo deterioro se extienden, no sólo al área personal, sino que afecta a las relaciones familiares y sociales e incluso a las posibilidades reales de desarrollo profesional. El impacto, tanto directo como indirecto, sobre la propia comunidad es difícilmente cuantificable.
El impacto real de los trastornos de ansiedad
Algunos datos básicos y una selección de estadísticas extraídas de diversas investigaciones recientes nos permitarán entender, con mayor precisión y en su verdadera dimensión, el impacto real que sobre la población ejerce este tipo de trastornos, así como constatar la aparente contradicción que se puede observar al comparar la prevalencia e impacto de este tipo de trastornos y los recursos que desde las administraciones públicas se ponen a disposición de los profesionales especializados para combatir eficazmente este tipo de enfermedades mentales, lo que ha llevado a numerosos expertos a considerar a los Trastornos de Ansiedad como la verdadera epidemia silenciosa del siglo XXI.
1. Datos de la Organización Mundial de la Salud del año 2001 situaban en aproximadamente 450 millones el número de personas aquejadas de algún tipo de trastorno mental en todo el mundo.
2. Los Trastornos de Ansiedad son considerados en la actualidad como el trastorno mental más común en los Estados Unidos. En algún momento de sus vidas se prevee que cerca del 25% de la población experimentará algún tipo de Trastorno de Ansiedad.
3. Uno de cada ocho Norteamericanos entre los 18-54 años padece algún tipo de Trastorno de Ansiedad. Este porcentaje de la población representa a más de 19 millones de personas.
4. Se calcalcula que cerca de 2.4 millones de Norteamericanos entre los 18-54 años, aproximadamente el 1.7% de la población, padecen Trastorno de Pánico.Este tipo de Trastorno de Ansiedad,por lo general,se desarrolla al final de la adolescencia o principio de la edad adulta.
5. Aproximadamente 3.3 millones de Norteamericanos entre los 18-54 años,el 2.3% de la población,sufren el Trastorno Obsesivo-Compulsivo cada año. Los primeros síntomas de la enfermedad se manifiestan durante la niñez o el inicio de la adolescencia.
6. Cerca de 5.2 milllones de Norteamericanos entre los 18-54 años, el 3.6% de la población padecen cada año el Trastorno por Estrés Postraumático. Este trastorno puede originarse a cualquier edad, incluso en la infancia, como respuesta a cualquier evento traumático.
7. La Agorafobia es sufrida por 3.2 millones de Norteamericanos entre los 18-54 años,lo que representa un 2.2% de la población dentro de ese grupo de edad. Por lo general, la Agorafobia tiende a aparecer al final de la adolescencia o principio de la edad adulta.
8. Aproximadamente 4 millones de Norteamericanos entre los 18-54 años, cerca del 2.8% de la población,sufren cada año el Trastorno por Ansiedad Generalizada. Si bien puede aparecer en cualquier momento del ciclo vital,las mayores probabilidades se concentran entre el final de la infancia y mediados de la edad adulta.
9. Cerca de 5.3 millones de Norteamericanos entre los 18-54 años, sobre el 3.7% de la población sufren Fobia Social. La edad de comienzo habitual se situa en el final de la niñez y el principio de la adolescencia.
10. La Fobia Específica es experimentada por 6.3 millones de Norteamericanos entre los 18-54 años,cerca del 4.4% de la población. La aparición es especialmente común durante la infancia.
11. Las personas afectadas por los diferentes Trastornos de Ansiedad experimentan, entre otros síntomas, ataques de pánico y crisis de angustia recurrentes, dificultades de concentración, pensamientos y creencias irracionales, miedos desproporcionados y paralizantes, adhesión involuntaria a rituales y comportamientos compulsivos, flashbacks patológicos e incontrolables, pesadillas frecuentes, distorsiones cognitivas, dificultades para conciliar el sueño o inumerables procesos psicosomáticos de intensidad y gravedad variables.
12. Es relativamente frecuente que los Trastornos de Ansiedad se presenten junto a otro tipo de trastornos psicológicos, como los trastornos del estado de ánimo, el abuso de sustancias o los trastornos del comportamiento alimentario.
13. Las mujeres presentan un riesgo dos veces superior al de los hombres de padecer este tipo de trastornos psicológicos.
14. Se calcula que el costo económico, tanto directo como indirecto, asociado a los Trastornos de Ansiedad, sólo en Estados Unidos, alcanzan los 46.6 billones de dólares anuales.
15. Debido a la falta de información generalizada, tanto entre la población general como entre los propios profesionales médicos, así como a la supervivencia del estigma asociado a los trastornos mentales, menos del 30% del total de los pacientes afectados buscan tratamiento por parte de profesionales cualificados y especializados. Las personas que sufren Trastornos de Ansiedad deben recorrer una media de cinco especialistas médicos antes de lograr que su trastorno real sea diagnosticado de forma precisa.
En la actualidad, el conocimiento y la investigación científica aplicada relacionada con los Trastornos de Ansiedad se ha incrementado considerablemente. Sabemos que en la mayoría de los Trastornos de Ansiedad se produce una compleja interacción entre factores de naturaleza tanto psicosocial como biológica responsables de su aparición y su desarrollo y que,en la mayoría de ocasiones, la mejor forma de tratamiento implica una estratégica combinación (según la gravedad de los síntomas) de técnicas de intervención de carácter tanto farmacológico como psicosocial, ejecutadas por profesionales especializados, tanto psiquiatras como psicólogos, bien de forma independiente o a través de procesos de colaboración interdisciplinar.
Afortundamente este tipo de trastornos, cuando son correctamente diagnosticados y su tratamiento es llevado a cabo por profesionales cualificados, se encuentran entre los trastornos mentales que mejor y más rápidamente responden al tratamiento. Por desgracia,a pesar de la constatación de este hecho, muchas personas afectadas por este tipo de trastornos no buscan el tratamiento adecuado, bien porque no reconocen sus síntomas como una ‘enfermedad real’ o bien porque temen ‘la reacción’ de su círculo social si son conscientes o se enteran de alguna forma de que se encuentran bajo tratamiento psiquiátrico y/o psicológico.
El desconocimiento y el estigma social vinculado a los trastornos mentales continúa lejos de ser erradicado. Sólo cuando ambos factores sean corregidos y el tratamiento adecuado de los Trastornos de Ansiedad se convierta en una norma y no en la excepción, podremos plantearnos la posibilidad de dejar de considerar a los Trastornos de Ansiedad como la verdadera Epidemia Silenciosa del siglo XXI.
Creo que este es una de los temas de hoy en día que se debe de tratar en la sociedad, aunque aparentemente no tenga validez para muchos, pero es de admitir que personas interesadas y expertas en el tema nos den a conocer, sobre todo llevarnos a obtener más conocimientos teóricos y prácticos.
FELICITACIONES. SOY JULIAN DE CIUDAD DE GUATEMALA, C.A.
Me gustaMe gusta
Excelente entrada acerca del trastorno de la ansiedad.
Creo que lo has dejado muy claro y bien explicado.
¡Enhorabuena!
Me gustaMe gusta